PLACER #9: Descansar



El descanso evidentemente se relaciona con el dormir, pero su diferencia se basa esencialmente en que cuando descansamos no necesariamente debemos dormir ni cerrar los ojos.

El relajamiento corporal y mental nos lleva a un estado de placidez, tranquilidad y efectivamente de descanso, pues al distanciarnos de lo que nos genera tensión y pensar en que debemos estar serenos, calmados y equilibrados para poder llevar el orden de nuestra vida, hace que pensemos en la necesidad del descanso.

No es necesario viajar para descansar, ni mucho menos dormir, pues el simple hecho de estar en un lugar donde podamos sentirnos completamente tranquilos nos ayuda al relajamiento muscular y mental, nos empezamos a dejar llevar por aquellos pensamientos que nos hacen sentir bien, vivos y enérgicos, nos permite tener una visualización más clara del contenido de nuestra vida en este o varios instantes; además se convierte en un estado inevitable, en el cual el cuerpo quiere estar y sentir en algún momento del día.

Sin embargo el agotamiento físico y mental hacen que el descanso se relacione con el sueño, pues es una combinación ideal para la reestructuración corporal y síquica, aunque no es necesario dormir para descansar, algunas veces se vuelve ineludible esta combinación para volver a estar equilibrados.

El placer de descansar nos lleva a todos los seres vivos a un estado de plenitud y felicidad, de volvernos útiles y activos una vez más en nuestra vida y por ende ser eficaces en nuestras labores.

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